El Hospital Universitario de Valme ha
implantado un protocolo en el área de Urgencias dirigido a optimizar la
seguridad y la calidad en la atención de los pacientes que pasan a las
unidades de hospitalización desde este dispositivo. Se trata de una
nueva herramienta donde los profesionales verifican por escrito el
estado del paciente (situación física, cuidados que necesita y contexto
socio-familiar) durante su traslado de área al objeto de garantizar una
atención integral de excelencia.
En el Hospital Universitario de Valme
se atiende una media de 390 urgencias diarias, de las cuales el 10 por
ciento pasan a una sala con criterios clínicos de evolución. Por otra
parte, el 60 por ciento del total de los pacientes en proceso de
evolución cursan ingreso en unidades de hospitalización, porcentaje que
corresponde al grupo de ciudadanos atendidos en Urgencias que se está
beneficiando de esta iniciativa basada en el desarrollo de la actividad
clínica bajo prácticas más seguras.
La nueva herramienta, diseñada y
desarrollada por los responsables de Enfermería del área de Urgencias,
verifica numerosos indicadores que redundan en la mayor coordinación de
los profesionales en beneficio de los ciudadanos: correcta
identificación de pacientes y de sus cuidadores familiares, detección de
alergias, control de higiene, verificación de accesos venosos,
disponibilidad de la historia clínica completa, control de pertenencias
personales y constancia del horario de salida del área de Urgencias y
llegada a las unidades de hospitalización.
Cada uno de los indicadores citados son
verificados por partida doble: los enfermeros de Urgencias, en el
momento de trasladar al paciente a hospitalización, y los enfermeros de
las plantas de hospitalización donde se recepciona el ingreso de los
mismos. En este proceso es de vital importancia la actuación de los
celadores, responsables de la transferencia del paciente desde la sala
de Evolución a hospitalización.
En este sentido, la dirección
hospitalaria agradece y felicita a los profesionales de enfermería y
celadores implicados en esta iniciativa su elevada participación para la
consecución de unos resultados en beneficio del paciente.
Precisamente, entre los beneficios que
aporta esta herramienta, destaca el incremento de la seguridad del
paciente, el mantenimiento de la continuidad de cuidados, la
potenciación de la atención personalizada junto a la coordinación entre
profesionales de Urgencias y de las distintas unidades de
hospitalización. Todo ello traducido, según la supervisora de Urgencias
de Valme, Antonia Villalba, “en el aumento de la seguridad y, en
definitiva, de la humanización de la asistencia”.
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